Los bancos europeos comienzan el lento camino del alza de intereses

En su última rueda de prensa, el presidente del BCE reconoció que los peligros para la economía de la zona euro han evolucionado de manera negativa y que las perspectivas «se han desplazado a la baja», de lo que algunos analistas dedujeron que Mario Draghi modificará la hoja de ruta anunciada y retrasará las primeras subidas de tipos de interés, previstas para después del verano. Pero el hecho es que los bancos europeos ya se están adelantando a esa decisión y los tipos de interés han comenzado a subir, por primera vez en siete años.

Las subidas se han detectado, por ejemplo, en los depósitos de ahorro privado a corto plazo. El pasado lunes, el BCE confirmaba un informe de la consultora Barkow Consulting que afirma que «las tasas diarias de depósitos minoristas en la zona euro, seguidas de las tasas de interés promedio de los bancos de la zona euro para los depósitos diarios de los clientes privados han aumentado desde el 0,03% al 0,04% en diciembre. Se trata de un porcentaje de aumento mínimo, apenas apreciable en otros tiempos, pero significativo en un momento de punto de inflexión de la política monetaria como el que promete ser 2019. Es la primera vez desde octubre de 2011 que se registra una subida, por leve que sea, en esos parámetros. En aquella fecha, la tasa de interés estaba en el 0,54%.

Los primeros movimientos se perciben en tres países de la zona euro, que son España, Holanda y Alemania. En España, la tasa de interés promedio aumentó desde el 0,03 de noviembre al 0,04 de diciembre. En Holanda desde el 0,03 al 0,06 y en Alemania desde el 0,01 hasta el 0,02. Eran pasos muy pequeños, los ahorradores siguen perdiendo miles de millones, pero una señal de cambio.

En el pasado mes de enero, el Euríbor a doce meses, el indicador más utilizado para el cálculo de las hipotecas, cerró al alza, con una tasa del -0,116%, frente al -0,129% del final de 2018, después de 35 meses consecutivos de movimiento negativo. Esto significa que estos créditos se encarecerán en más de 39 euros al año. Tomando como referencia los últimos 12 meses, el índice registra un ascenso de 0,073 puntos.

En el pasado mes de enero, el Euríbor a doce meses, el indicador más utilizado para el cálculo de las hipotecas, cerró al alza, con una tasa del -0,116%, frente al -0,129% del final de 2018

El Euríbor se calcula con los datos de las principales entidades de la zona del euro y consiste en el tipo de interés medio de contado para las operaciones de depósito de euros a plazo de un año, por lo que se trata de otro síntoma a tener en cuenta. Los datos correspondientes al mes de enero muestran también un ascenso, hasta el -0,116%, del Míbor, el tipo interbancario a un año que servía de referencia oficial del mercado hipotecario para las operaciones realizadas con anterioridad al 1 de enero de 2000. Nada de todo esto sorprende a los observadores. Al fin y al cabo, las políticas expansivas del BCE están a punto de concluir y el mercado espera, más pronto que tarde, avances hacia la normalización monetaria.

Los efectos macro comenzarán a sentirse, a este ritmo de subidas, muy lentamente. Por sectores, los más beneficiados serán aseguradoras y bancos. Un informe de Goldman Sachs señala que las entidades más pequeñas podrían ser las más favorecidas, obteniendo, de media, un incremento del beneficio neto del 11% por cada 50 puntos básicos que aumentase el tipo de interés. Para los bancos más grandes, el repunte de las ganancias alcanzaría el 9%.

Recorte de la deuda

Las compañías más sensibles al fin de las compras de deuda del BCE y al cambio de rumbo que ello supone serán las más endeudadas. En España, empresas como Repsol, Telefónica, Naturgy, ACS o ArcelorMittal recortaron de enero a septiembre casi 14.000 millones de euros de su deuda global, soltando a tiempo un importante lastre y poniendo en evidencia que el organismo económico europeo está ya aplicando el punto de inflexión. La pregunta ha dejado de ser cuándo pondrá Mario Draghi en marcha la maquinaria sino a qué ritmo los bancos, las empresas y los particulares están tomando sus propias decisiones.