La semana pasada El Banco de España constató que la economía española, que se encontraba en el Top 3 de crecimiento europeo al inicio del año, comenzaba una ralentización, con un crecimiento del PIB previsto desde el 2,4% a “solo” un 2%. Este ajuste a la baja, ya descontado por diferentes economistas, choca con la mejora de tendencia en el rating de España, donde Standard & Poor´s y DBRS coincidían en valorar al alza la tendencia de calidad crediticia del SPGB. 

Desde el punto de vista de los bonos, provoca que el Tesoro pueda emitir aún más barato y abre la puerta a que otras entidades, ya sean públicas o privadas, puedan sumarse a la fiesta de los tipos cero, especialmente los bancos. 

La actual ministra de Economía en funciones, por primera vez y tras escudarse en los últimos meses en un positivismo económico, declaraba que nos espera un otoño inestable. Eso sí, lo achaca a las inestabilidades coyunturales internacionales como el Brexit o la guerra comercial de Trump. 

En Wall Street la semana pasada fue una montaña rusa, marcada por el impeachment (Juicio Político por traición) al presidente Trump. Tras las caídas provocadas por la acusación de los demócratas, el juicio público y analistas económicos, provocaban que los índices volvieran a sus niveles originales ante la ausencia de probabilidad de que prospere. 

A su vez, Donald Trump y sus tweets juegan la baza negociadora, ya sea política o económica, insinuando que un acuerdo con China podría darse antes de lo esperado. 

En cuanto a Europa, el Brexit sigue acaparando portadas tras la resolución del juez que anulaba el cierre del Parlamento. Johnson insiste en salir de la Unión Europea en la fecha aún no confirmada de finales de octubre, entre constantes rumores de elecciones anticipadas, de salida sin acuerdo y del llamado backstop irlandés que afecta tanto a UK como a Europa en un juego peligroso. A las espera de su ultimo órdago y de nuevas medidas durante esta semana, fundamentales antes del deadline de octubre. 

Con relación al mercado, caídas en el Dax alemán y Eurostoxx-500, tras el mal dato americano ISM Manufacturero (actividad industrial). Las bolsas reaccionaban nerviosas con caídas. Parece como si el mercado, aunque comprador, está a la espera de cualquier noticia mala para reaccionar rápidamente. Se espera mantener ampliamente las cotas de 12.000 en el Dax y 3.400 en el Eurostoxx-500. 

En España, al igual que los principales índices europeos y americanos, mucha cautela después del amago de llegar a 9.300 que no pudo afianzarse y ahora lucha por aguantar los 9.000. Nerviosismo en ellos sectores de consumo, continua el parón según los datos de los analistas. 

Habrá que estar muy atentos una vez más a las nuevas propuestas de Boris Johnson para el Brexit -pueden marcar el inicio de octubre y las futuras reacciones bursátiles europeas de cara a final de año- y, como no, a las negociaciones comerciales entre China y EE.UU.

Marcos Harguindey

Investor Relations

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